LA RESPIRACIÓN PECTOVENTRAL
Está formada en torno a los “muelles” de la columna vertebral, implicando un músculo especialmente involuntario, el diafragma, y otro músculo, especialmente voluntario, el serrato posterior.
La respiración pectoventral es espontánea y constituye la máxima organización para la regulación espontánea de la coordinación CVP porque se encuentra estructurada para una asociación natural entre:
– el no consciente y el consciente;
– el movimiento involuntario y el voluntario;
– el sistema nervioso autónomo neurovegetativo y el central.
Así regula la interdependencia física y psíquica de todas las actividades de las cinco oseis + y –, reflejando fielmente el estado de la CVP y el grado de bloqueo de su manifestación espontánea.
Por ejemplo, se tensa y se acorta por la preocupación producida por una causa externa hasta su resolución; entonces, se relaja y se alarga.
Cuando la respiración surge profunda desde el bajo vientre y el pecho se abre con naturalidad, se mantiene la tranquilidad psíquica y la salud física. Por ello, la medicina tradicional, occidental u oriental, sabía que respiran mal los enfermos que padecen transtornos, tanto físicos como psíquicos.
Como el enfoque actual del estudio sobre el organismo nos lleva enseguida a la bioquímica, algunos afirman que, en la vida, lo más importante es el oxígeno.
Desde la perspectiva osei, se comprende que es más decisivo el movimiento del organismo para respirar; y que, si éste falla, no nos servirá de nada el abundante oxígeno del campo o de la montaña.
La amplitud de la respiración pectoventral exige la flexibilidad del diafragma,
organizado en relación con el «muelle» de la cifolordosis de la columna vertebral
La amplitud entre una vigorosa tensión y una profunda relajación es el fundamento de la vida. Pero se pierde por la sobreexcitación permanente de algunos tejidos (siempre acompañada por la TPE de la vértebra D7, nivel medio del diafragma, en donde confluyen todos los movimientos).
La pérdida de esta amplitud respiratoria implica la pérdida de la salud física y psíquica.
Al observar durante milenios el estado de los organismos en que se había producido esta pérdida, la medicina china (asimilada en la japonesa tradicional) estableció los catorce meridianos (con seis adicionales), llamándolos «canales energéticos ancestrales», y los usó como fundamento para el diagnóstico y la aplicación de sus diversos métodos curativos.
El descubrimiento del esquema osei nos desvela nítidamente en qué consisten.
Los dos últimos meridianos, sólo descritos en la CVP, son de naturaleza medular y estática:
• El dorsal general (13) es una parte de la región f-e medular, osei vertical.
• El ventral general (14) es una parte de la región circular medular, osei central.
Señalan zonas de las dos oseis de la estructura medular de la CVP y sus respectivas actividades biológicas: planificadora y de regeneración celular.
Los meridianos 1-12, descritos tanto en la CVP como en sus miembros, son de naturaleza periférica y dinámica:
• El luminoso yang mano, el luminoso yang pie, el oscuro yin mano y el oscuro yin pie son una parte de la región bilateral periférica, osei lateral.
• El gran yang mano, el gran yang pie, el gran yin mano y el gran yin pie son una parte de la región f-e periférica, osei frontal.
• El pequeño yang mano, el pequeño yang pie, el pequeño yin mano y el pequeño yin pie son una parte de la región circular periférica, osei rotatoria.
Estas tres series de cuatro meridianos señalan zonas de las oseis de la estructura periférica de la CVP y sus respectivas actividades biológicas del horno vital: asimilo-circulatoria, combustivo-respiratoria y excretora.
Meridianos luminoso yang mano, luminoso yang pie, oscuro yin mano
y oscuro yin pie: una parte de la región bilateral periférica, osei lateral
El esquema osei desvela cómo los catorce meridianos señalan la interconexión existente entre las zonas del organismo que cada osei ha generado y facilita la siguiente relación con el conocimiento occidental:
Las recientes investigaciones científicas sobre el desarrollo del embrión nos permiten observar la aparición de cinco grupos celulares embrionarios, correspondientes a las cinco oseis, y cómo la acción de cada uno va creando las diferentes partes del organismo.
El desarrollo de cada grupo celular embrionario se realiza siguiendo rigurosamente aquellos canales energéticos ancestrales y vitales que la sabiduría china había captado hace milenios.
La medicina china inicia su labor curativa considerando que algún cortocircuito en la intercomunicación vital de los meridianos es el responsable de la pérdida de la salud y del bloqueo de la amplitud de la respiración pectoventral. Sus métodos curativos se aplican para resolver este cortocircuito y restaurar la coordinación adecuada y vital.
El descubrimiento de la osei y el esquema osei nos revela que este cortocircuito refleja la pérdida de la coordinación CVP, causada por el bloqueo-disociación de su movimiento espontáneo.